Hemos resumido en dos programas musicales de una hora lo mejor de su discografía.
Pensando en su mejor homenaje, hemos sustraído mis palabras a tan solo uno de ellos, amenizado por una selección de su música
En el otro programa hemos seleccionado muchas canciones y versiones, sin mas comentario que al principio.
Hay varias canciones que ustedes pensaran que son repetidas, pero en realidad son grabaciones diferentes en el tiempo o en el sistema de grabacion. Proceden de peliculas, grabaciones televisivas o discos de vinilo o cd,s. Espero que les guste
Hace un par de semanas, que falleció Carmen Sevilla en un hospital de Madrid. Ese nombre nunca figurara en sus documentos oficiales, pues María del Carmen García Galisteo, que era su nombre real, según el registro civil, no creo que sea nunca recordada por él.
Carmen fue una chiquilla alegre, que nació en 1930, y que siendo aun una niña, ya empezó a ser reconocida en su Sevilla natal como la persona alegre y sin maldad que siempre fue. Algo que en esos años treinta y cuarenta, años muy duros por coincidir con la, primero España, y luego Europa en llamas. Las guerras cercanas marcaron un momento, el de su niñez y su adolescencia, y aunque podría hoy en día parecer extraño, fue quizá ese momento reivindicativo de la paz interior y hacia los demás lo que marco su existencia desde el inicio al fin.
Inicio su carrera muy pronto, pues su padre, un hombre de la vieja escuela, quería lo mejor para su hija. Su entorno, capitaneado por dos artistas, un compositor, el maestro García Padilla y el de su abuelo García Rufino, un humorista satírico famoso al principio del siglo XX, le facilitaron el que se le abrieran las puertas a una formación, humanista, musical y sobretodo risueña, en aquellos duros años. Duros por la falta de un buen nivel económico general, pero sencillas porque todos trataban de sobreponerse a los embates del destino y la muerte en grandes dosis.
Con su bagaje musical, su alegría de vivir y sus ganas de trabajar la llevaron a debutar en la compañía de música española de Estrellita Castro. No fue un fácil principio, pues aunque la leyenda nos cita a Estrellita de una forma relativamente asequible, los testigos del momento nos la ponen en el bando de las personas que te cobraban un alto precio por consentir que estuvieses trabajando a su lado, pero Carmen era una luchadora incansable, siempre con una sonrisa en los labios y el deseo de llegar a lo mas alto de la carrera musical que había escogido.
Su debut cinematográfico en 1947, con un papel tan ínfimo, que ni siquiera aparecía en los créditos de la película, no fue muy bueno, pero dos años después en 1949, encontró la puerta a su destino en “Jalisco Canta en Sevilla”. En ella pudo demostrar en un corto espacio, una grandeza, su capacidad de comerse a la cámara y de que esta la amase, como solo sabe hacer con las grandes estrellas. También, gracias a esa película conoció a un primer amor, un torero mejicano, que quiso llevársela a las Americas, pero Carmen era menor de edad y su padre, muy de su época, tiro por tierra esa canción de juventud.
De ahí al estrellato en una larga sucesión de escalones en su carrera. En España y en América, tanto que muchos hombres importantes como Charlton Heston, cayeron rendidos ante aquella mujer menuda y casi transparente que parecía una niña.
Podría yo aquí regodearme en su carrera, en su figura artística o en sus amores conocidos de todos. Pero, pienso, que ya que el próximo sábado por la noche en Onda España, pueden ustedes oírme, mientras voy presentando su paso por la música, es mejor que aprovechen y oigan su biografía musical en ese momento.
Carmen Sevilla ha muerto con 92 años. Enferma, pero amada por su hijo y su familia, como a cualquiera de nosotros nos gustaría ser amados y despedidos de esta vida. Y ahí lo dejo. Os espero el sábado.