
Cuando decíamos “Paz a los hombres de buena voluntad”
Estamos en puertas de la Navidad del año 2024, a los prolegómenos de llegada a la mítica fecha del año 30 en el que se supone que se culminará la prometida Agenda que dará paso al N.O.M y a la felicidad de los pobres, tal como se nos comunica por los pretendidos rectores de Davos. Cuando no había otro panteísmo civilizatorio que el catecúmeno de la Iglesia Universal de Cristo, y no el de las logias de Satanás que es el que vislumbramos en el horizonte temporal que nos imponen los portadores de esa corona circular del arcoíris multicolor aplicado a nuestras mentes lobotomizadas; en aquel tiempo ya pretérito, acostumbrábamos a decir en fechas como estas aquello de “Paz a los hombres de buena voluntad”. Y, por tanto, supongo…